Marcha por la vida

La marcha por la vida se realiza desde hace varios años como iniciativa del Movimiento Nacional de los Chicos Del Pueblo, para atravesar la conciencia nacional y poner a la vista la situación de la infancia. Este año decidimos marchar de Misiones a Buenos Aires desde el 7 de mayo al 18 de mayo, con 300 niñas y niños, 50 educadores adultos/as (padres, tutores, docentes) y la avanzada ( un grupo de artistas y comunicadores). Todos integrantes de las obras del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, Procedentes de varias provincias del país. En Misiones las marchas locales son tres, la salida el 7 de mayo en Iguazú. En Eldorado ese mismo día a la tarde, y el 8 de mayo en Posadas. En cada lugar se hace un gesto simbólico entre los niños locales y los que viajan a Plaza de Mayo. La convocatoria es abierta para acompañar a decir juntos que EL HAMBRE ES UN CRIMEN.

sábado, 28 de abril de 2007

El agua: fuente de vida


Muchas historias surgieron desde la orilla del río. Muchas familias se formaron con el río como testigo. El agua del río daba trabajo digno a muchas familias. Al agua, los niños acudían para pasar ratos felices. Era su parque de diversiones… Una historia particular nos remite a esto. Una historia donde se conjuga el trabajo, la diversión y el respeto por la naturaleza.

Doña Carlina se levantaba a las cuatro de la mañana, antes de que cantara el gallo. Lo primero que hacía era ordeñar la vaca, y luego daba de comer a sus animales. Su trabajo fijo era el de lavar ropa. Muchas señoras le confiaban docenas de prendas porque sabían que verdaderamente quedarían limpias.

Las orillas del río, con sus piedras, eran el puesto seguro de doña Carlina. Las piedras ayudaban a que la tarea no sea tan ardua al momento de fregar la ropa. El agua del río, limpia, pura y en abundancia, allí estaba para ayudarla con su labor.

Para que la jornada de trabajo no sea tan agotadora y la separara de la crianza de sus nietos, los llevaba al río con ella. Mientras ella golpeaba la ropa contra las piedras, de reojo, pero muy atenta, veía a sus nietos como nadaban en el agua. Cómo se sumergían y volvían a aparecer con grandes saltos, impulsados por una fuerza. La simple fuerza de los niños y la imaginación. Oía las risas y carcajadas producidas al comenzar las guerras de agua. Cuando los niños se envolvían en inmensos chorros disparados por el agitar de sus brazos y manos.

Los nietos de Doña Carlina disfrutaban de su amistad de niños con el agua del río. Los que le siguieron no tuvieron esa suerte. Muchas familias al haber sido desplazadas de su lugar dejaron atrás una posible historia a la orilla del río. El río había quedado solo, sin que ningún niño jugara y creciera en sus adentros.

Los niños de hoy en día no tienen la posibilidad de entretenerse con la naturaleza, conocerla de cerca. Hoy solo se piensa al río como un recurso. Un recurso "renovable" para comercializar.

Ya al río no lo rodea las carcajadas de niños, sino lo rodea la contaminación, el comercio y la manipulación. En sus entrañas no hay diversidad de peces sino de compuestos químicos. Venenos. Esos que nos van contaminando el alma lentamente. Le van quitando lo natural al agua. Los químicos que no dan lugar a pensar en la palabra renovable. Este es un problema que nos compete a todos. Nuestra naturaleza peligra y con ella nosotros mismos. El agua compone la mayor parte de nuestro cuerpo. Sin agua pura para que forme parte de el no habrá vida… Si no aseguramos la vida futura, la nuestra, la de nuestros niños, ¿qué estamos haciendo?


  • 30 mil familias hasta el momento fueron desplazadas de sus comunidades y tierras, excluidas de una ciudad que se ha convertido en "ciudad para algunos".
    100 mil serán las que en total prevé la Entidad Binacional Yacyretá "relocalizar" en el lado Argentino y Paraguayo en nombre del "Desarrollo y el Progreso".
    Más de 100 son los niños desarraigados y excluídos que continúan preguntándose: ¿el Desarrollo y el Progreso de quién?

viernes, 27 de abril de 2007

Los estudiantes secundarios debatirán sobre sus derechos


Los días 2, 3 y 4 de mayo se llevarán a cabo en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales las Jornadas por los derechos de niños, niñas y adolescentes, denominada “Un problema, un minuto, un derecho para pensar…”, organizado por alumnos y profesores de diferentes carreras.


Las actividades se realizarán con estudiantes del nivel medio, con los cuales se trabajará a partir de la proyección de los videos denominados “Un minuto por mis derechos”, realizado por adolescentes de todo el país, que servirán como disparadores de temas.


Con este trabajo se pretende dar un espacio a los jóvenes para la expresión, reflexión y debate sobre problemáticas sociopolíticas actuales e históricas.


Estas jornadas son antesala del recorrido que hará por esta provincia el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. Los días 7 y 8 de mayo marcharan en Misiones hacia la Plaza de Mayo con el lema: “ El hambre es un crimen!!! No queremos ni un gurisito menos...”


Para más información comunicarse con: (03752) 15391077 o (03752) 15326190

jueves, 26 de abril de 2007

COMPARTIR CON AMOR, ES UNA CLAVE

«...eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos la red no se rompió.»
Juan 21, 1-19
El pez o pescado es un símbolo cristiano de los más antiguos, los primeros grupos cristianos celebraban la Santa Cena con pescado, probablemente teniendo presente este relato que habla de Jesús resucitado compartiendo pan y pescado con sus discípulos a orillas del mar donde pescaban.

El número de peces de la red echada en el lugar que Jesús indicó que se la tirara, ha tenido distintas interpretaciones. Pero, un dato de los antiguos zoólogos puede ayudar a esclarecer el sentido de esta cifra: eran ciento cincuenta y tres el número de especies de peces que tenía ese mar donde estaban pescando. Los peces son ‘para llevarlos a Cristo’, y simbolizan a aquellos a los que son enviados los discípulos y apóstoles, con la finalidad de llevarlos a Cristo resucitado.

Leamos algo de los símbolos de este pasaje del evangelio de Juan: Jesús se aparece resucitado pidiendo algo para comer, hace fuego a orillas del mar, cocina un pescado y comparte. Desde este relato podemos notar que la consecuencia inmediata de la manifestación de Cristo resucitado es el compartir la comida. Por eso es tan importante en la vida cristiana compartir la mesa del Señor, es decir la comunión, la mesa de cada bautizado/a que comulga es una extensión de esa mesa del Señor, donde se ‘comparte’, y es en ese compartir que el Cristo resucitado se hace presente. Dicho de otra forma: la resurrección alcanza a todos los lugares donde se comparte. Y no se trata solamente de compartir un pan que llega al estómago, la acción de compartir involucra un afecto, una expresión de amor, y ese amor compartido es lo que sacia el hambre más profunda que pueda tener un ser humano. Es difícil disfrutar de un bocado de pan cuando el cuerpo está adolorido por alguna golpiza, o cuando el cuerpo fue ultrajado/violado, o cuando hay que someterse a la vileza más cruel para poder poner ese bocado de pan en la boca. El pan que comparte el Cristo resucitado no es solo un pan que llega al estómago, se trata simultáneamente del amor compartido.

El amor de la resurrección traspasa los límites de la posibilidad humana, ‘si aman a aquellos que los aman ¿qué mérito tienen?’ Lc 6,32. El amor de la resurrección no selecciona a quién amar, simplemente se comparte.

Una persona puede amar solo porque fue amada primero, y esto es condición para que la estructura psíquica no sea psicótica (enferma), en forma similar el ser humano tiene que ser alcanzado por la resurrección de Cristo para amar incondicionalmente. Podríamos pensar que si la sociedad no tendría una ‘mentalidad’ enferma, sería perfectamente capaz de amar incondicionalmente, sin embargo la sociedad muestra claros signos de carencia y ausencia de amor: una sociedad donde la riqueza se concentra en pocos lugares y la pobreza se extiende (claro ejemplo del no compartir), donde la desnutrición y mortandad infantil muestran una gran presencia, donde la mayoría de los salarios no permiten cubrir las necesidades básicas, donde muchos/as sobreviven soportando las miserias que otros fabricaron y fabrican. Sobran ejemplos para darnos cuenta que la sociedad porta una enfermedad mortal que la carcome poco a poco y en oportunidades a paso acelerado. Es en esta sociedad donde habitan los ‘ciento cincuenta y tres peces’. Es esta la sociedad que necesita ser alcanzada por la resurrección.

¿Qué referencias nos orientarán para facilitar el encuentro con la resurrección?, pues si es en el compartir que Él se manifiesta, tendremos que concentrarnos en ello. Desde lo que comparto en la mesa de Cristo hasta cómo se distribuye la riqueza en el mundo, pasando por la mesa cotidiana de cada hogar transformando la violencia con el amor, descubriendo en ese compartir la esperanza y alegría de ser parte de la experiencia del amor que brota del Cristo resucitado.

El trabajo de ir al mar, arrojar la red, recoger los peces, traerlos a la orilla y acercarlos a Jesús, es el trabajo de los que nos llamamos cristianos/as, el mar simboliza la realidad social donde se arroja la red, no en cualquier momento y lugar, es en el momento y lugar indicado por Cristo. ¿Y cuándo se da esto? Solo Cristo lo sabe, nosotros solo tenemos que estar atentos, escuchando y obedeciéndolo, recordemos que desde el comienzo los/as cristianos/as se reunían para compartir la palabra de Dios y Sacramento. Solo desde allí podremos escuchar la indicación de dónde y cuándo echar la red.

Gentileza del Pastor Fabián Paré

miércoles, 25 de abril de 2007

Cambio de Piel


A pesar de que existen normativas para prevenir, reprimir y sancionar casos de trata de personas, los registros oficiales calculan que más de 4 mil menores de 18 años de nuestra provincia sufren algún tipo de violencia sexual en sus casas o en sitios cerrados para explotación comercial. Una problemática que aún no consigue ingresar a las agendas de políticas públicas.

Plaza 9 de julio en una espléndida noche primaveral, la “Murga de la Estación” nos deleita con sus ritmos candomberos. Todos nos movemos, alegres, bailando al compás.
Los niños “de la plaza” también bailan, se olvidan por un rato del hambre y el desamparo y ríen. Se ubican en el centro del círculo de espectadores, remedan a los actores y hacen payasadas para nosotros, los festejamos, “hoy será sencillo conseguir las moneditas diarias, hoy el trabajo será fácil”.

Una nena de alrededor de 11 años, bonita, menuda, morena, con una remera grande, un short raído, descalza, nos sonríe, mira lo que comemos y dice: “invitame”. Hay en sus ojos negros, la triste certeza de que sólo esto le toca en la vida. Después desaparece, se pierde en la arboleda oscura sobre la calle Colón.

Es sábado, salen los fieles de la última misa, los paseantes del centro se dan una “vueltita” por la plaza, algunos se dirigen a algún lugar de moda a cenar. Todos se detienen a disfrutar de la fiesta murguera.

De pronto aparece una figura, que nos muestra con forzado desparpajo a una niña vestida de mujer. Ella sabe de nuestras miradas y acentúa sus actitud intentando dar pasos firmes a pesar de los tacos altos, yergue su pecho intentando llenar su ridículo corpiño negro que sobresale de una musculosa ajustada y escotada. La minifalda deja ver en toda su extensión sus piernitas flacas. Y detrás de un labial rojo se oculta una realidad a la que noche tras noche ella no puede escapar.

No es uno más de sus juegos, no es un simple disfraz. Es un terrible cambio de piel, un feroz arrancar la niñez de un corte y dejarla en carne viva para siempre.
Esta es una situación real de la que fuimos testigos hace unos meses, es una de las naturalizadas formas que adopta el mercadeo de “cuerpos infantiles” en nuestra provincia. La pobreza no solo provoca hambre, también reduce a nuestros gurices a ser tratados como simples objetos de cambio por una complicada red “mafiosa” y sus clientes perversos.

Misiones es señalada como una de las principales proveedoras de niños y niñas para la explotación sexual dentro y fuera de nuestro país. Con el agregado del auge de una nueva forma de “turismo”: el pedofilico. “Turismo sexual, trata de personas y prostitución infantil” son tres negocios que se complementan e interrelacionan. Las nenas y nenes explotados sexualmente muchas veces son desarraigados de sus ciudades o pueblos por redes de "trata" que los colocan donde más redituables son y hoy, por el tipo de cambio, los destinos turísticos se cotizan.

Cuando la justicia interviene en alguno de estos casos, generalmente el conflicto social se judicializa, el niño termina internado en un instituto a partir de una medida cautelar, con el agregado del mal trato que suele recibir de la policía, él es el castigado.
Y nosotros solo miramos, hay que reconocer que con profunda pena, a algunos nos duele hasta las lágrimas, pero… solo, miramos. Como esa noche miraban los policías que “cuidan” nuestra casa de Gobierno y como miran nuestros gobernantes que nos gobiernan haciéndose los ciegos.



  • En la República Argentina están en vigencia las siguientes normativas
    Sin embargo no se ha sancionado una ley penal que tipifique el delito de trata de personas.
    - Declaración Internacional de los Derechos del Niño-
    - Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena
    - Convención Internacional derechos del niño (OIT)
    - Protocolo para Prevenir, reprimir, y sancionar la trata de personas. (Ley 25632- 2001).


lunes, 23 de abril de 2007

CIENTO VEINTE MIL NIÑOS CAUTIVOS DEL TABACO



En Misiones, alrededor de 30 mil familias dependen de la producción de este cultivo. La “situación irregular” en relación a la tierra los convierte en “productores cautivos” de este producto ya que es prácticamente el único “rentable”. El tabaco trae aparejado los denominados “paquetes tecnológicos”: semillas transgénicas (OMG: organismos modificados genéticamente) jubilación, obra social, y herbicidas cuyo uso conlleva la malformación de sus niños.

Misiones es hoy la principal productora de tabaco del país con más de 50 millones de kgs. “Nuestra provincia se caracteriza porque son los pequeños productores quienes emplean fundamentalmente la mano de obra familiar”, señala en un documento un grupo técnico de apoyo de las familias productoras misioneras del INDES –Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana-.



“Las empresas tabacaleras empujan la concentración del tabaco, extendiendo las superficies plantadas por productor”, indica el documento y agrega los efectos producidos por la enorme cantidad de agrotóxicos que emplea, ya que el tabaco genera una dependencia total del productor respecto a las compañías y ocupa intensamente la mano de obra familiar lo que les impide dedicar parte de su trabajo a la producción para el autoconsumo o la diversificación de la chacra.

Cinco de cada 1000 niños nacen con malformaciones
Es en este escenario donde 5 de cada 1000 niños nacen con malformaciones en las zonas tabacaleras y papeleras (también de monocultivos), donde se usan agrotóxicos, y el problema se traslada a todo el ambiente, con la degradación del suelo, la contaminación del aire y el envenenamiento de los cursos de agua.



Los problemas de salud que produce la exposición a este “veneno” quedaron demostrados por las investigaciones que lleva adelante el doctor Carlos Demaio, jefe de cirugía del hospital provincial Ramón Madariaga.



En Misiones se estima que cerca del 13% de su población tiene alguna discapacidad, duplicando casi la media nacional. Este alerta se produjo en el marco de las Terceras Jornadas de Discapacidad y Derechos Humanos que se realizó en agosto de 2005 organizado por el PAMI, la CTA y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en Posadas.



El doctor Demaio expresa que la exposición a los herbicidas produce efectos de aprendizajes, así como otra denominada mielomelingocele (MMC). “Se trata de una falla del cierre del tubo neural que es lo que cubre la médula espinal que queda expuesta al medio ambiente”, explica. “Nosotros trabajamos con la intoxicación crónica que lo que hace es cambiar el genoma humano y vemos que si seguimos así vamos a tener una generación de idiotas en la provincia de Misiones”.



Demaio considera que las tabacaleras “los tienen agarrados a los plantadores con la obra social porque además de darles las semillas, los agrotóxicos, y comprarles la producción, durante ese tiempo les dan la protección de salud con una obra social”.
La provincia cuenta con una norma creada para evitar estas situaciones, la Ley de Agrotóxicos 2980, que debe ser aplicada por el Ministerio de Ecología.

El peligro del monocultivo
En relación al modelo de producción tabacalera, el INDES advierte entonces, que en Misiones “el tabaco conlleva el peligro de todo monocultivo para la estrategia de reproducción familiar: un solo cultivo como sostén de la familia rural; además del riesgo que tiene en caso de producirse alguna granizada, tormenta o baja de precios”.

“Por el número de familias que involucra y el hecho de posibilitar ingresos económicos y otros ´beneficios´ (obra social, jubilación) resulta muy difícil imaginar el desarrollo de alternativas que en forma inmediata lo reemplacen. Para revertir la tendencia a adoptarlo como monocultivo y las consecuencias mencionadas es necesario promover la limitación de superficies o números de plantas por explotación a fin de mejorar la sostenibilidad de las chacras, asegurando el autoconsumo familiar y la producción de otros productos de renta alternativos”.

  • 5 de cada 1000 niños nacen con malformaciones .
  • 30 mil familias viven de la producción de tabaco.