Ante esta situación la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), delegación Misiones reivindica la organización sindical como verdadero instrumento de lucha y negociación para garantizar mejores condiciones de vida para los trabajadores y sus familias.
La situación de los trabajadores en Misiones se ve reflejada en los niños “la mitad de los niños son pobres y la mitad de los pobres son niños”, sostuvo el Secretario General de la CTA Carlos Graglia, quien representa en Misiones a esta Central en los reclamos de los trabajadores de la provincia y del país y que continúa exigiendo la personería gremial.
“Nuestro desafío es llegar a los trabajadores campesinos y del sector privado e instalar la idea de que la única manera de salir adelante es a través de la organización sindical y no de las negociaciones individuales”, sostuvo En Misiones la CTA tiene un perfil “urbano y estatal y nuestra necesidad y desafío es llegar a sectores rurales, suburbanos y privados. Necesitamos articular a organizaciones campesinas, buscar a los trabajadores para que el crecimiento sea cualitativo y no solamente cuantitativo”, aseguró Carlos Graglia en el marco de la conmemoración del día internacional del trabajador.
La situación del trabajador aparece en esta provincia de manera asimétrica. “Tiene matices: está el que está en blanco, en negro y en gris. El que está bajo convenio (colectivo de trabajo) está mejor, y el que no tiene convenio no puede acceder a los beneficios de las negociaciones gremiales. En el sector privado la situación está precaria: se está en negro y en gris: trabajas 8 horas y te pagan por cuatro y es una práctica difundida Reforma Banelco mediante”.
La ley Nº 25013 y la ley 25250 de Flexibilización Laboral -conocidas también como Reforma Banelco- fueron sancionadas en el año 2000 en medio de fuertes criticas y manifestaciones de los trabajadores. Poco tiempo después se conocieron denuncias de pagos de coimas a senadores opositores para votar a favor de la ley. A pesar del escándalo político generado por la misma, hoy sigue vigente. “Hoy no se cuestiona, no se discute la legitimidad de esa reforma”, lamenta Graglia.
El dirigente explica que “más allá de los acuerdos con los techos salariales que se fueron haciendo y que se pueden hacer, la participación del trabajador en la Renta Nacional es muy bajo y el proceso de disminución que se inició a partir de Martínez de Hoz (Ministro de Economía durante la dictadura) no se ha podido revertir aún hoy, 30 años después no llegamos al treinta por ciento cuando en la década del ´40 (Presidencia de Perón) los trabajadores estábamos en el 50 por ciento”.
La Política Neoliberal de los noventa (Privatización de servicios públicos y recursos, salarios, tarifas, aumento de precios) significó la profundización de la pérdida del poder adquisitivo del trabajador “e instaló entre los trabajadores la sensación de que los sindicatos no servían como herramienta de lucha para el sector, que los acuerdos se hacían de manera individual. Eso se instaló en sectores privados, fue una campaña de descrédito hacia las organizaciones sindicales que las llevó a una crisis institucional”,
La Argentina tiene una fuerza laboral de 15 millones de trabajadores de los cuales están sindicalizados 5 millones aproximadamente, “esos 10 millones o no saben, o no pueden afiliarse y organizarse sindicalmente, no los dejan porque la patronal desalienta la organización sindical. Hay una gran fuerza de trabajadores que no está en ningún sindicato, nuestro desafío es llegar a esa masa de trabajadores que intenta resolver su problema de manera individual y eso se nota en el trabajador estatal a través de los punteros”, sostuvo Graglia.
Prioridad niños
Con respecto a la Marcha impulsada por el Movimiento Nacional de los chicos del Pueblo, la propia CTA y numerosos colectivos sociales, de derechos humanos, barriales y comunitarios, Graglia explica que la intención de esta central es instalar en la agenda pública la situación de la infancia en nuestro país.
“Dentro de la población infantil, más de la mitad de los chicos son pobres y más de la mitad de los pobres son chicos. Por que en nuestra provincia una gran cantidad de familias son numerosas y la población infantil es la más vulnerable. A los chicos tenemos que sumarle los adultos mayores.
En este sentido, los ejes de este año para la CTA “son en primer lugar, la marcha del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo para denunciar la situación de los niños, y por otra parte, instalar la situación de nuestros jubilados, es decir luchar para volver al sistema de reparto y recuperar el 82 por ciento móvil de jubilación.
“El sentido de la Marcha de los chicos desde Puerto Iguazú a Plaza de Mayo donde denunciamos que el Hambre es un crimen, tiene que ver con instalar esta problemática en la agenda pública, no desde el turismo social, ese que piensa que traemos a los chicos a ver las Cataratas, sino desde el hecho de que los pibes interpelan a los adultos, preguntándonos qué hacen ustedes con nosotros. Nosotros desde acá intentamos instalar el contenido fuertemente político del tema”.
La situación de los trabajadores en Misiones se ve reflejada en los niños “la mitad de los niños son pobres y la mitad de los pobres son niños”, sostuvo el Secretario General de la CTA Carlos Graglia, quien representa en Misiones a esta Central en los reclamos de los trabajadores de la provincia y del país y que continúa exigiendo la personería gremial.
“Nuestro desafío es llegar a los trabajadores campesinos y del sector privado e instalar la idea de que la única manera de salir adelante es a través de la organización sindical y no de las negociaciones individuales”, sostuvo En Misiones la CTA tiene un perfil “urbano y estatal y nuestra necesidad y desafío es llegar a sectores rurales, suburbanos y privados. Necesitamos articular a organizaciones campesinas, buscar a los trabajadores para que el crecimiento sea cualitativo y no solamente cuantitativo”, aseguró Carlos Graglia en el marco de la conmemoración del día internacional del trabajador.
La situación del trabajador aparece en esta provincia de manera asimétrica. “Tiene matices: está el que está en blanco, en negro y en gris. El que está bajo convenio (colectivo de trabajo) está mejor, y el que no tiene convenio no puede acceder a los beneficios de las negociaciones gremiales. En el sector privado la situación está precaria: se está en negro y en gris: trabajas 8 horas y te pagan por cuatro y es una práctica difundida Reforma Banelco mediante”.
La ley Nº 25013 y la ley 25250 de Flexibilización Laboral -conocidas también como Reforma Banelco- fueron sancionadas en el año 2000 en medio de fuertes criticas y manifestaciones de los trabajadores. Poco tiempo después se conocieron denuncias de pagos de coimas a senadores opositores para votar a favor de la ley. A pesar del escándalo político generado por la misma, hoy sigue vigente. “Hoy no se cuestiona, no se discute la legitimidad de esa reforma”, lamenta Graglia.
El dirigente explica que “más allá de los acuerdos con los techos salariales que se fueron haciendo y que se pueden hacer, la participación del trabajador en la Renta Nacional es muy bajo y el proceso de disminución que se inició a partir de Martínez de Hoz (Ministro de Economía durante la dictadura) no se ha podido revertir aún hoy, 30 años después no llegamos al treinta por ciento cuando en la década del ´40 (Presidencia de Perón) los trabajadores estábamos en el 50 por ciento”.
La Política Neoliberal de los noventa (Privatización de servicios públicos y recursos, salarios, tarifas, aumento de precios) significó la profundización de la pérdida del poder adquisitivo del trabajador “e instaló entre los trabajadores la sensación de que los sindicatos no servían como herramienta de lucha para el sector, que los acuerdos se hacían de manera individual. Eso se instaló en sectores privados, fue una campaña de descrédito hacia las organizaciones sindicales que las llevó a una crisis institucional”,
La Argentina tiene una fuerza laboral de 15 millones de trabajadores de los cuales están sindicalizados 5 millones aproximadamente, “esos 10 millones o no saben, o no pueden afiliarse y organizarse sindicalmente, no los dejan porque la patronal desalienta la organización sindical. Hay una gran fuerza de trabajadores que no está en ningún sindicato, nuestro desafío es llegar a esa masa de trabajadores que intenta resolver su problema de manera individual y eso se nota en el trabajador estatal a través de los punteros”, sostuvo Graglia.
Prioridad niños
Con respecto a la Marcha impulsada por el Movimiento Nacional de los chicos del Pueblo, la propia CTA y numerosos colectivos sociales, de derechos humanos, barriales y comunitarios, Graglia explica que la intención de esta central es instalar en la agenda pública la situación de la infancia en nuestro país.
“Dentro de la población infantil, más de la mitad de los chicos son pobres y más de la mitad de los pobres son chicos. Por que en nuestra provincia una gran cantidad de familias son numerosas y la población infantil es la más vulnerable. A los chicos tenemos que sumarle los adultos mayores.
En este sentido, los ejes de este año para la CTA “son en primer lugar, la marcha del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo para denunciar la situación de los niños, y por otra parte, instalar la situación de nuestros jubilados, es decir luchar para volver al sistema de reparto y recuperar el 82 por ciento móvil de jubilación.
“El sentido de la Marcha de los chicos desde Puerto Iguazú a Plaza de Mayo donde denunciamos que el Hambre es un crimen, tiene que ver con instalar esta problemática en la agenda pública, no desde el turismo social, ese que piensa que traemos a los chicos a ver las Cataratas, sino desde el hecho de que los pibes interpelan a los adultos, preguntándonos qué hacen ustedes con nosotros. Nosotros desde acá intentamos instalar el contenido fuertemente político del tema”.
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